La función ejecutiva es un conjunto de habilidades cerebrales, una función muy parecida a un centro de control de tráfico aéreo que administra qué aviones usan qué pistas, cuándo despegan y qué rutas siguen. En esta metáfora, los aviones y las pistas son todas las partes de su día por las que debe navegar: recordar qué comprar en el supermercado, cumplir con las tareas, planificar qué hacer y cuándo, controlar los impulsos y filtrar las distracciones.
Las lesiones cerebrales, el dolor crónico, la depresión y los trastornos comunes del neurodesarrollo como el TDAH (“Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad”) pueden afectar la función ejecutiva. Además, es común que su función ejecutiva sufra después de un accidente o trauma. Asegúrese de mencionar esto a su médico y obtenga asesoramiento legal gratuito llamándonos al 888 311-4050.
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